OQUENDO por Bárbara de Cárdenas

Hoy aterrizo con un asunto “de confianza”.

Yo no sé si os habéis visto en la situación de haber heredado un pendiente suelto de la abuela que queréis transformar, o tener abandonada en un joyero alguna pieza que nos gusta mucho pero que se le ha estropeado el cierre y no nos la podemos poner. O a lo mejor nos casamos y tenemos una diadema familiar fantástica pero no nos ajusta porque la bisabuela tenía la cabeza más grande… A veces nos pasan estas cosas y no sabemos dónde acudir por varias razones. Una por ejemplo que a mí me molesta particularmente es una actitud muy común en algunas joyerías en las que aparte de que parece que te van a cobrar por darte los buenos días, cuando sacas tu joya enseguida te dicen que no tiene arreglo para a continuación intentar encasquetarte una joya suya “vintage” o imitación a antigua, a lo que te dan ganas de decir que la joya ya la traigo yo de casa y además antigua auténtica. Otra razón que a mí me parece importantísima es la confianza. Para mí el joyero tiene que ser de tanta confianza como el médico o el abogado porque jamás dejaría mis joyas en manos desconocidas.

Pues la solución la tenéis en OQUENDO, un discreto local donde os atenderán mis amigos los Oquendo, Luis Narváez y Victoria Kirkpatrick que llevan muchísimos años con este negocio de Taller de Joyería. Ellos son por supuesto gemólogos y como os decía, de total confianza y conocidos por su amabilidad y cercanía, cualidad que ya sabéis aprecio especialmente en un comercio. Si una joya no tiene remedio os lo dirán pero no sin antes haber explorado todas las soluciones. Yo he visto sus arreglos, grandes y pequeños y son una maravilla y a un precio razonable.

Pero no sólo arreglan y transforman, si tienes alguna joya y estás pensando en venderla ellos también tasan sin compromiso y compran joyas antiguas. También puedes llevarles joyas en depósito para su venta. Os aseguro que estarán en buenas manos.

Por supuesto si quieres comprar tienen piezas de todos los estilos, en oro y plata. Puedes comprar desde la clásica pinza de chupetes de plata (6 €) a una medalla de plata -es de los pocos sitios donde he visto las de la Virgen de Guadalupe de México- (28 €), unos gemelos de bolitas de oro (210 €), unas perlas montadas en oro (125 €) y por supuesto joyas más importantes. Por ejemplo, el anillo de aguamarina con brillantes de la foto (1.400 €) o los pendientes y broche de la foto de oro y diamantitos que son del S.XIX (pendientes 500 €, broche 800 €). ¡Y lo que no tengan te lo pueden conseguir, nuevo y antiguo, pregúntales!.

Por último una idea buenísima que han introducido hace poco para anillos de pedida es que disponen de un muestrario amplísimo de réplicas exactas en plata y circonita para probarse todos los modelos y ver el efecto antes de encargar el definitivo.

Lo encontráis en la Planta Baja del Centro Comercial Arturo Soria Plaza de Madrid (Arturo Soria 126. Tel 91 759 72 87). Primera hora de parking gratis. Decidles que vais de mi parte.